Limones
y naranjas,
y todo lo que nunca hay en mi balda,
no por falta de ganas,
pero ya nunca compro cosas tan sanas.
ahora me gasto el dinero en ropa barata,
a veces de mercadillos cutres
pero de gente moderna,
que bebe cerveza,
que habla tirada.
Limones,
de los que cantan canciones,
no se cuántas pero al menos tienen una,
no es que sea gran fan,
la verdad,
pero es de esas que llenan la garganta
cuando sabes que te vas lejos,
más de lo que contabas.
Limones,
pensando en cuándo te vayas,
y en lo que vas a dejar en casa,
en todas las mierdas que hay guardadas
en el altillo,
en los armaritos de la cocina,
y las pegatinas varias de aquel bar de Gracia.
xxx


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